Sentir el calor del sol en la cara, el asfalto en los pies, y el tiempo transcurrir mientras uno camina por la ciudad es algo incomparable. Es cierto que caminar en medio del bosque viendo el paisaje natural es sumamente relajante; sin embargo, nada se compara con disfrutar de la creación del hombre, de la vida, del vaivén del ser humano divirtiéndose, entretenidos, de prisa, o distraídos con aparadores y espectáculos callejeros. Toda ciudad necesita calles peatonales, calles donde la gente pueda caminar sin preocuparse por los carros, donde pueda ver el tiempo pasar y sentir que está conociendo la ciudad sin escuchar las bocinas de los carros, o sentirse perseguido por el tiempo de aquellos que buscan llegar antes que cualquiera.
Hoy caminé por una calle peatonal de mi ciudad. Fue una gran sorpresa, ya que la última vez que la recorrí había automóviles circulando, y banquetas angostas. Ahora estaba repleta de gente caminando por la mitad, por los lados, o saliendo de las tiendas. Justo a la mitad de la calle había gente disfrazada, preparándose para dar un espectáculo, riendo, tomándose fotografías, cantando, desfilando con un santo, u organizando sus cosas para el próximo show.
Hoy recordé San Luis Potosí y Guanajuato al poder caminar por las calles sin escuchar las bocinas de los carros o correr para llegar a un lugar. Recordé Estocolmo y Copenhagen al escuchar un cantante de ópera en medio de la calle, Recordé Londres, junto al Támesis al ver los espectáculos callejeros y las multitudes sonriendo alrededor y tomándose fotos.
Las calles peatonales son importantes, y cada ciudad, deben tener al menos una para poder sentirla, disfrutarla y vivirla.
To feel the heat of the sun on the face, the concrete under the feet, and the time passing by slowly as you walk through the city is something without comparisson. It is true that walking in the middle of the forest watching the natural landscape is extremely relaxing; nevertheless, nothing can be compared to the joy of experimenting the creation of man, of life, the movement of man having fun, entertained or in a hurry, distracted with the displau¡ying windows and street shows.
Every city needs pedestrian streets, streets where people can walk without worrying about cars, where they can see time passing by and feel that they are knowing the city without listening to the honk of cars, or feel chased by the time of those who are looking to get earlier than anybody else.
Today I walked through a pedestrian street in my city. It was a great surprise, as the last time I went through it there were cars passing, and small sidewalks. Now it was full of people walking everywhere. Just in the middle of the street there was people in disguised, laughing, taking pictures, singing, in procession with a sait, or organizing their things for the next show.
Today, I remembered San Luis Potosí and Guanajuato when being able to walk through the streets without listening to the honks of the cars nor running to get to a place. I remembered Stockholm and Copenhagen when listening to an opera singer in the middle of the street. I remembered London, next to the Tamesis, when watching the street shows and the crowds smiling around them and taking pictures.
Pedestrian streets are very important, and every city shoudl have at least one to be able to feel it, enjoy it, and live it.
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